Cómo afecta una mala visión a un aprendizaje óptimo

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De acuerdo con estudios médicos, se estima que al menos un 80% de lo que un niño puede aprender dentro de un salón de clases lo obtiene a través de la vista, con lo cual queda de manifiesto que el aprendizaje está íntimamente ligado con la visión.

En este sentido es importante hacer una diferencia entre visión y vista, pues el primer concepto va más allá de sólo poder reconocer cosas a distancia. La visión no implica únicamente los ojos, abarca el cerebro pues es quien procesa el mundo visual, incluyendo símbolos, imágenes y distancias.

Se estima que actualmente  el 25% del fracaso escolar es debido a problemas visuales que no sólo pueden estar relacionados con la graduación, sino que pueden verse afectadas capacidades visuales que alteran la coordinación entre los ojos así como la capacidad de acomodación.

Por ello, cuando se identifica la dificultad para aprender, un problema de comportamiento e incluso una mala postura corporal en el pupitre, habría en primer lugar que comprobar si la calidad de la visión puede ser el origen de estas situaciones.

Y una vez que se ha identificado un problema de esta índole, es importante evaluar no solo la visión sino la eficacia de la visión, ya que tener una agudeza visual del 100% no significa que nuestro sistema visual funcione bien, hay mucho más que valorar.

Algunos problemas de aprendizaje relacionados con la visión son las siguientes:

DIFICULTAD EN LA LECTURA Y ESCRITURA: La dificultad que presentan algunos niños para lograr una lectura fluida, nos alerta sobre la posibilidad de un problema de visión.  En ocasiones, personas con problemas de aprendizaje relacionados con la visión pueden “ver las palabras” pero no pueden “ver lo que significan”.  Algunos niños con este tipo de problemas los relacionan con la DISLEXIA.

DÉFICIT DE ATENCIÓN CON Y SIN HIPERACTIVIDAD: Algunos problemas visuales que no han sido detectados ni tratados pueden producir síntomas similares a los que son comúnmente atribuidos a un Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA o TDAH).  Debido a estas similitudes, algunos niños con problemas visuales son catalogados como TDA o TDAH.

Por otra parte, Las soluciones no siempre se limitan al uso de anteojos; mediante la realización de una terapia visual se mejoran y potencian todas las áreas relacionadas con la visión. La duración de la misma estará en función de la disfunción visual a tratar, y siempre se basa en la realización de ejercicios guiados por un terapeuta visual.

 

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