Vicente Fernández, ‘El Charro de Huentitán’, murió este 12 de diciembre a las 6:15 horas, después de permanecer cuatro meses hospitalizado.
La noticia de la muerte de Vicente Fernández fue dada a conocer a través de las redes sociales oficiales del cantante.
Lamentamos comunicarles su deceso el día domingo 12 de diciembre a las 6:15 am.
Fue un honor y un gran orgullo compartir con todos una gran trayectoria de música y darlo todo por su público. Gracias por seguir aplaudiendo, gracias por seguir cantando.
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Vicente Fernández fue el último gran ídolo del género ranchero. A lo largo de su trayectoria destacó por su entrega en cada uno de sus conciertos, los cuales llegaron a durar más de tres o cuatro horas, lo que le valió una entrega total de su público.
Frases de Vicente Fernández
Vicente Fernández nació un 17 de febrero de 1940, en el pueblo de Huentitán El Alto, Jalisco.
Sus padres fueron Ramón Fernández y el ama de casa Paula Gómez de Fernández.
Se casó en 1963 con Refugio Abarca Villaseñor, ‘Doña Cuquita’; quien lo acompañó en sus esfuerzos por convertirse en la estrella ranchera de México.
El matrimonio Fernández Abarca tuvo cuatro hijos: Vicente, Gerardo, Alejandro y Alejandra.
A continuación te compartimos algunas de las frases más célebres que dijo ‘El Charro de Huentitán’.
El talento es un don de Dios, la fama es el resultado del trabajo del hombre.
Lo difícil es nacer, morir lo haremos todos.
En cuanto veo tantita confianza, yo me siento en mi casa.
Los hombres que saben llorar se lavan el alma por dentro.
El show lo hace el público.
Nunca sé lo que haré en un escenario, hago lo que la gente pide.
Hay que mirarse a los ojos frente al espejo y recordar que somos nuestra propia competencia.
Un artista tiene que ser capaz de dividir su corazón entre su familia y su público.
Sobre su forma de interpretación y entrega al público, estas son frases que sintetizan la pasión de Vicente Fernández:
Mi única regla al presentarme, era que no me pusieran límite de tiempo.
Cuando salía a cantar lo hacía desde la vivencia, interpretaba mis recuerdos para que la gente sintiera lo que yo sentía con cada canción.
Yo no canto para vivir, yo vivo para cantar.
Para mí ser un ícono significa que tienes mucho amor que dar al público y muchos aplausos que recibir.
No hace falta ser la sombra de alguien para ser amigos.
Si una canción me pone la piel de gallina es porque despertó un recuerdo en mi alma.
No sé si estoy loco o muy cuerdo, pero cuando salía a un escenario no tenía un plan, hacía lo que la gente me pedía.
Me retiré porque quise dejar un lugar muy bonito sin tener que morirme.
Sobre el cariño de su público, Vicente Fernández dijo lo siguiente:
El cariño que le tengo a mi público se va a acabar el día que Dios me recoja.
Cuando empezaban a aplaudir, yo me sentía en casa, acompañado de mi familia.
Un artista se vuelve ídolo cuando entrega su talento a quien le pertenece, el público.
Si volviera a nacer, me casaría con la misma mujer.
Me consagré a mi carrera de manera que al mirar atrás no encontrara un hubiera pendiente.
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