Festival Cervantino: La presentación del ballet folclórico GTO

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La herencia africana en la cultura de México fue el tema que el Ballet Folklórico de la Universidad de Guanajuato, dirigido por Roberto Martínez Rocha, escenificó durante su presentación titulada “Sangre mestiza: nuestra tercera raíz”, en Festival Internacional Cervantino.

En punto de las 20:00 horas del 23 de octubre, se dio la tercera llamada para iniciar el espectáculo, pero desde una hora antes la gente ya había ocupado las sillas y gradas colocadas en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, la cual se saturó ya que el Ballet es uno de los eventos con mayor convocatoria.

Enseguida dos cantantes aparecieron debajo del escenario uno en cada extremo y acapela entonaron “Zapateando y coqueteando” y tras las primeras estrofas las cortinas se abrieron y alrededor de 30 bailarines con trajes blancos africanos comenzaron con el baile, mientras los músicos detrás hicieron sonar los tambores.

Una de las canciones que más gustó fue la popular “La bamba”, ya que las parejas con sus trajes tradicionales blancos sacaron listones rojos que colocaron en el piso y poco a poco con los pies armaron un moño que luego levantaron para mostrar al público, el cual explotó en aplausos.

Enseguida las mujeres salieron del escenario para dar oportunidad a sus compañeros de lucir el zapateado en “El jaquetón”, y posteriormente se retomó la fusión africana con tambores y panderos decorados con listones de los colores de la bandera mexicana seguido del tema “Por los caminos del sur”.

Con el tema “El Gavilancito” se voló hasta la Costa chica, en donde bailarines vestidos de negro, sombreros en forma de cuernos y listones multicolores presentaron “El baile de los diablos”, luego dieron paso al zapateado de sus compañeros con “El patito”, “El Zarate”, y “La iguana”, y concluyeron con un verso de Pinotepa Nacional.

Con ello dieron pie a la cultura zapoteca, y en una especie de peregrinación con un estandarte religioso los bailarines salieron con sus trajes de tehuanas para la “Sandunga” y “La totopera”; y después mudarse a la región de Tabasco con “El Pochitoque Jahuactero” y “Mis blancas mariposas”.

Al cabo de dos horas de un gran espectáculo, el cual también incluyó un duelo de bombas (dichos con rimas) entre hombres y mujeres, los alrededor de 100 integrantes se despidieron con el tema “Vamos a Tabasco”, ante una gran ovación, la cual sirvió para marcar su salida del escenario por los extremos inferiores, sin perder el ritmo.

VER: Festival Cervantino 2018: Bandas Sinfónicas también tocan salsa

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